descubriendo otros lugares: Crónica de un despido anunciado I



Crónica de un despido anunciado I

¿Cómo he llegado hasta aquí? Diría que más importante que el cómo es el por qué. El primer culpable, como la mayoría de cosas malas, es femenino: la crisis. Ok, mujeres del mundo, sólo bromeaba (la crisis, la recesión, la malaria, las hemorroides, la impotencia, etc...).

Veamos. La mejor forma de empezar es pidiendo disculpas a los parados por ser tan desconsiderado. Lo digo porque tengo muchos amigos en el paro y la situación económica que atraviesa España no me es desconocida. No obstante, a pesar de la evidente escasez de trabajo, yo me reitero en mi decisión: quiero que me despidan.

Ahora vendrán los listos de turno a decir que eso es fácil, que sólo tienes que fumarte un porro en el curro o enseñarle el culo a tu jefe... Pero si quieres que te despidan sin que parezca que quieres que te despidan, la cosa se complica.

Sería algo así como suspender un examen pareciendo que has estudiado. Tampoco estamos hablando de responder mal a las preguntas a propósito, que uno tiene principios y mucho orgullo. Es decir, tampoco vale que me despidan por retrasado mental y tampoco creo que colase, porque después de más de un año trabajando creo que se han dado cuenta de que mis capacidades mentales están intactas... o casi.

Volviendo a la pregunta del principio, ¿por qué?

¿Por que comparto la oficina con un único compañero que no pasa del "buenos días-hasta mañana"? Las primeras semanas tenía su gracia, pero después de un año se vuelve monótono. Vamos que me toca los wevos. Por si fuera poco a veces le da por hacer cosas por su cuenta, cosas que tengo que hacer yo o que suponen una intrusión en mis tareas... Pero no creáis que el tío suelta prenda. Al final uno acaba arreglando cosas que ya están arregladas o rallándose porque hay cosas que estaban arregladas y ahora fallan.

¿Y qué tal los otros compañeros? Pshhh... La mayoría de ellos se creen el obligo del SW y tienen sueños húmedos con la señora Ada. Aún recuerdo mi primer día cuando le pregunté a un compañero si un tipo que pasaba mucho por delante de mi puerta era un jefe. Su respuesta me dejó desconcertado: - Aquí todo el mundo es tu jefe.

¿Y los jefes? Lo mejor de todo. Baste comentar la situación lamentable de hace dos semanas cuando me hicieron un consejo de guerra allí mismo, en una oficina. El único al que podemos llamar manager se encarga de toda la mierda administrativa. Los otros dos son una especie de team leaders mega-geeks, fuentes inagotables de conocimiento y que siempre están por encima del mánager, así que no es de extrañar que éste no abriese la boca en los 15mins de linchamiento que duró mi "Motivation Meeting".

La primera pregunta que me hicieron: - ¿Quieres seguir trabajando con nosotros?

¿Pero cómo cojones me preguntas eso? Si sabes que hasta he hecho entrevistas de trabajo en la planta de arriba, a 50m de tu oficina. Lo que sea por escapar de ti, de vosotros. Me tiro un mes trabajando con la misma energía que un camarero belga con muletas y... ¿aún me haces esa pregunta?

Quería gritar con todas mis fuerzas: claro que no quiero seguir, hijos de... Entonces recordé las palabras de mi padre "muchas veces en la vida será mejor hacer lo contrario de lo que piensas", así que dije: por supuesto que quiero seguir, si no no habría aguantado aquí más de un año. - Maldita infancia traumática, que diría Homer Simpson.

Entonces fue cuando vinieron las condiciones para seguir: no salir de la oficina durante más de 10 minutos (el tiempo de ir al wc) y no usar Internet. Vamos que de esa forma si que trabajo el 100% del tiempo. No me queda otra si no puedo moverme, no puedo navegar y mi compi es autista. Bueno sí, en realidad hay otras distracciones que comentaré en futuros posts.

Así estoy, programando incansablemente, con los grilletes puestos mientras un jefe me da latigazos y el otro toca el tambor, al más puro estilo "remad malditos" de la época de las galeras. En el fondo me lo merezco por haberme tocado el clarinete tanto durante los últimos meses. Más en el fondo me lo merezco por venir a trabajar aquí, pero ya es tarde para cambiar eso.

La pregunta es... Cuándo saldré? Conseguiré que me despidan? Continuará...
« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »